La mítica doble alma del PNV, la más posibilista e integradora y la más radical e independentista, llegará a su máximo grado de expresión en las elecciones municipales y forales que tendrán lugar el próximo 22 de mayo.
Para esa jornada electoral clave, en la que los nacionalistas de Iñigo Urkullu se juegan su predominio en Guipúzcoa y en Álava, así como el mantenimiento de la alcaldía de Bilbao, el Partido Nacionalista Vasco ha desarrollado una doble estrategia, dependiendo del territorio histórico en el que se encuentre.
Para Guipúzcoa, donde la fuerza de las corrientes identitarias es más fuerte y donde la lucha con los socialistas va a ser titánica, Joseba Egibar, responsable del partido en esta provincia, va a plantear una campaña basada en el derecho a decidir, en la radical confrontación nacionalismo-constitucionalismo y en la suma de fuerzas soberanistas. Para apuntalar este PNV radical, montaraz y esquivo a cualquier tipo de acuerdo transversal, el partido cuenta con dos candidatos de excepción, sobre el que ya ha encargado diferentes estudios de marketing político: Markel Olano, actual diputado foral de Guipúzcoa y dinamitador permanente de todo tipo de consensos con el entramado institucional español, que repite candidatura; y Eneko Goia, sombra permanente de Olano y actual portavoz foral, que presenta su candidatura a la alcaldía de San Sebastián, a la que habrá de pelear con el socialista Odón Elorza.
El sostén ideológico del PNV guipuzcoano será el programa Batu Gaitezen que, entre otras cosas, considera que el actual Gobierno vasco de Patxi López "no respeta la identidad política, económica y social diferenciada de Euskadi, que es una nación que no puede tener una relación de subordinación con España". El extremismo del PNV en el territorio guipuzcoano se encuentra también directamente relacionado con la posible participación en la contienda de la coalición formada por EA, Alternatiba y la autodenominada "izquierda abertzale", en el caso de que ésta sea finalmente legalizada, ya que es en este espacio de radicalidad donde estos partidos van a plantear el combate soberanista.
Por otro lado, en Vizcaya y Álava, donde los perfiles nacionalistas son más suaves y matizados, el PNV, directamente dirigido por Iñigo Urkullu va a presentar su rostro más pactista, dialogante y conciliador. Las encuentas que maneja el partido, que le garantizan la Diputación de Vizcaya pero que indican que Iñaki Azkuna estaría en riesgo de perder la alcaldía de Bilbao en el caso de que funcionara un pacto PSE-PP como el que mantiene a Patxi López en el Ejecutuvo autónomo, obligan al PNV a presentarse con un perfil más centrista que le ayude a captar grandes masas de votantes.
Con este fin, desde Sabin Etxea se apuesta por la iniciativa ADOS, que bajo el título de "Un proyecto de futuro para la Euskadi Global", busca desarrollar "un proyecto que fortalezca y consolide el espacio vasco de convivencia democrática en los próximos años, un nuevo sistema de autogobierno de los vascos para dar respuesta a los retos del siglo XXI en el respeto a todas las opciones democráticas sobre la base de un espíritu de acuerdo y el desarrollo de un proyecto para la internacionalización económica, política y cultural de Euskadi."
Ya sabemos que el PNV convertirá su dicotomía manifiesta en su nueva arma electoral. Ahora falta por saber si a los ciudadanos vascos, preocupados, sobre todo, por la situación económica y los continuos escándalos que salpican a las administraciones nacionalistas, les interesan algo estos juegos independentistas.
Documento adjunto: "Batu Gaitezen"
Documento adjunto: Iniciativa ADOS
Información complementaria: Encuestas Elecciones 2011 País Vasco: El PNV podría gobernar en Guipúzcoa y Vizcaya, mientras que Vitoria y Álava quedarían en manos del PP y San Sebastián continuaría bajo control socialista
Fuentes. Paisvasco-informacion,